Una intensa llamarada solar provoca disrupciones de radio en China

Una llamarada solar de magnitud X1.6 (X es la de mayor intensidad en la escala) ha provocado "fuertes disrupciones de comunicación radio" sobre "un amplia zona del planeta" que va desde La Indica a Australia y que ha afectado también a Australia y a parte de China, según ha informado el Observatorio del Clima Espacial

Según ha señalado, en declaraciones a Europa Press, este fenómeno parte de una nueva región solar, conocida como AR 11598, que apareció el pasado fin de semana en la cara del Sol orientada hacia la Tierra. Los expertos han indicado que a los largo de estos días había generado una significativa actividad solar de escala M (intermedia) aunque, finalmente, a las 05.15 horas de este martes ha sido protagonista de la llamarada de escala X. 

Este suceso coincide con la resolución de la Agencia Federal de Energía (FERC) del Gobierno de Estados Unidos que, la semana pasada, reconocía de manera oficial la existencia de una "laguna" de seguridad para las redes eléctricas del país. Según las autoridades estadounidenses, las redes eléctricas están "insuficientemente preparadas ante posibles efectos geomagnéticos extremos", que pudieran llegar a desencadenarse por efecto de una llamarada solar. 

En España el Congreso de los Diputados reconoció igualmente el pasado 24 de septiembre, la necesidad de adoptar con normalidad protocolos y medidas específicas de prevención de la red eléctrica europea y de protección civil ante este tipo de fenómenos. 

El Observatorio del Clima Espacial ha recordado que "hay que acostumbrarse a que el Sol desencadene estos fenómenos completamente normales sin ninguna consecuencia". "En el peor de los casos solo habría motivos para inquietarse por uno o dos fenómenos claros y excepcionales, si es que llegan a producirse, pero no por los otros doscientos fenómenos menores y de escasa relevancia propios de cada ciclo solar", ha apuntado. 

En este sentido, ha recordado que "parte de la educación y concienciación en clima espacial pasa por que la sociedad se acostumbre a tener un nuevo conocimiento al minuto via satélite de todas estas explosiones solares, sabiendo que sus implicaciones seran nulas en la práctica totalidad de los casos". 

De hecho, el organismo ha destacado que esta llamarada la séptima de magnitud X en lo que va de año 2012, y la tercera mayor detrás de la gran llamarada X5.6 registrada el pasado 7 de marzo y la X1.8 del 27 de enero.
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La tormenta solar de 1859 es considerada la tormenta solar más potente registrada en la historia.
En el año 1859 se produjo una gran eyección de masa coronal o fulguración solar.1 A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban al sur hasta el Caribe.2
El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Los primeros indicios de este incidente se detectaron a partir del 28 de agosto de 1859 cuando por toda Norte América se vieron auroras boreales.
Se vieron intensas cortinas de luz, desde Maine hasta Florida. Incluso en Cuba los capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de luces cobrizas cerca del cenit. En aquella época los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica. Se observaron auroras en zonas de baja latitud, como Roma, Madrid, La Habana y las islas Hawái, entre otras.

En las Islas Baleares encontramos una referencia en el Diario de Menorca.

Anteayer a hora avanzada de la noche vio una persona fidedigna dos auroras boreales, que si bien eran más diminutas que la que vimos años atrás no dejaron de causar un efecto maravilloso.—J. Hospitaler, 'Diario de Menorca' - Año 2 Número 237 (04/09/1859)3

Fue la interacción más violenta que nunca se ha registrado entre la actividad solar y la Tierra. La acción del viento solar sobre la Tierra el año 1859 fue, con diferencia, la más intensa de la que se tiene constancia. El día 28 de agosto aparecieron numerosas manchas solares, y entre los días 28 de agosto y 2 de septiembre se declararon numerosas áreas con fulguraciones. El 1 de septiembre el Sol emitió una inmensa llamarada, con un área de fulguración asociada que durante un minuto emitió el doble de energía de la que es habitual. Sólo diecisiete horas y cuarenta minutos después, la eyección llegó a la Tierra con partículas de carga magnética muy intensa. El campo magnético terrestre se deformó completamente y esto permitió la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera, dónde provocaron extensas auroras boreales e interrupciones en las redes de telégrafo, que entonces estaba todavía muy poco desarrollado.
Una tormenta solar de esta magnitud tendría graves consecuencias para la civilización actual. Los rayos cósmicos erosionan los paneles solares de los satélites artificiales y reducen su capacidad para generar electricidad. Muchos satélites de comunicaciones, por ejemplo la ANIK E1 y la E2 en 1994 y Telstar 401 de 1997 han resultado dañados por este motivo. Un caso un poco diferente se debe a la expansión de la atmósfera por los rayos X que produjo daños al Asko japonés el 14 de julio de 2000. Los satélites artificiales han sido diseñados específicamente para evitar las calamidades del clima espacial, pero las redes eléctricas son incluso más frágiles. Los grandes transformadores están conectados a tierra y, por tanto, pueden ser susceptibles de ser dañados por las corrientes continuas inducidas por las perturbaciones geomagnéticas y aunque los transformadores evitasen la destrucción de los núcleos magnéticos se podrían cargar durante la mitad del ciclo de corriente alterna, lo que distorsionaría la forma de las ondas de 50 o 60 Hertz. En el año 1859, el invento del telégrafo se había producido 15 años atrás y la infraestructura eléctrica estaba realmente en su infancia. La tormenta solar de 1994 causó errores en dos satélites de comunicaciones, afectando a los periódicos, las redes de televisión y el servicio de radio en Canadá. Otras tormentas han afectado sistemas desde servicios móviles y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de electricidad. En marzo de 1989, una tormenta solar mucho menos intensa que la perfecta tormenta espacial de 1859, provocó que la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá) se detuviera durante más de nueve horas; los daños y la pérdida de ingresos resultante se estiman en cientos de millones de dólares. Como señala una página web de la Universidad George Washington "la meteorología espacial, que es el resultado de los rayos X y de partículas de alta energía del Sol que interactúan de manera compleja con la Tierra, atmósfera y campo magnético, a menudo afectan a los modernos sistemas tecnológicos negativamente (por ejemplo, satélites, la red eléctrica, la radio), causando pérdidas económicas y sociales en las latitudes altas de la Tierra, como el norte de Estados Unidos, Canadá, Escandinavia y Rusia, que están en particular riesgo porque los campos magnéticos convergen en estas regiones "