La tormenta solar de 2013 podría ser un 'Armageddon' si no ponemos remedio

Los científicos prevén que finales de 2013 será el momento de mayor actividad del nuevo ciclo solar, un hecho que podría afectar gravemente a las sociedades actuales. Un caos de accidentes aéreos y de tráfico, cortes generalizados de luz, sin agua, grandes incendios y la caída de todas las comunicaciones podrían ser algunos de sus efectos.



Estados Unidos ha levantado todas las alarmas. El ciclo solar ha cambiado y, con él, la inusual tranquilidad. El Sol entra en uno nuevo del que se espera una gran intensidad, lo que se traduce en mayor actividad magnética, más manchas y erupciones solares. Unos fenómenos que, aunque no lo parezca, pueden afectar enormente a nuestra actual sociedad plagada de sistemas de navegación y comunicaciones que podrían quedar en suspenso.
Y queda poco. Los científicos prevén que finales de 2013 será el momento de mayor actividad del nuevo ciclo, aunque el riesgo se extenderá a los próximos seis años. La dependencia de las sociedades modernas, plagadas de redes de comunicación, satélites y telefonía móvil podrían derrumbarse, lo que convierte a esta posible tormenta solar e un hecho más preocupante de lo que puede parecer. Así, una tormenta solar extrema como la que se espera tendría graves consecuencias para nuestro estilo de vida.
Existen antecedentes que hacen presagiar lo peor. La tormenta solar más potente de la historia se produjo en 1859, aunque sus efectos fueron limitados, dado que la energía eléctrica estaba en pañales. No obstante, las auroras boreales que provocó el hecho se pudieron divisar desde todos los rincones del planeta.
Otras más leves, pero más cercanas en el tiempo, ya mostraron su peligro para los servicios móviles, los GPS o las redes eléctricas. Por ejemplo, en 1994, una tormenta solar hizo caer dos satélites de comunicaciones durante horas, o en 1989, dejó fuera de funcionamiento durante más de nueve horas la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá), causando pérdidas de cientos de millones.
Pero... ¿cuáles serían los efectos de "la tormenta solar del siglo"? Los informes encargados por la NASA, el Ejército de EEUU, el Parlamento británico o de un grupo de expertos de la Comisión Europea creen que tras cinco días se viviría un verdadero 'Armageddon'.
Accidentes, falta de energía y de agua y grandes incendios, posibles consecuencias
Para empezar, los accidentes aéreos y de tráfico se multiplicarían por una serie de fallos en los sistemas de rutas, de aterrizaje, de los semáforos y de las señalizaciones. Los sistemas eléctricos sufrirían un derrumbe total, dejando a las casas, las industrias, las refinerías o las plantas químicas sin energía. De no existir protocolos de actuación, las consecuencias de este colapso serían dramáticas. Los ascensores se convertirían así en otro punto negro, complicando las evacuaciones y dejando a personas atrapadas.
Como quedó de manifiesto en 1859, pueden desencadenarse además grandes incendios eléctricos simultáneos. Por si fuera poco, el suministro de agua dejaría de funcionar más allá del nivel del suelo, pues los sistemas de bombeo no funcionarían.
Las estaciones de servicio no podrían suministrar combustible de igual manera. Cualquier medio de transporte tendría imposible repostar. Aunque poco importa, pues los cajeros automáticos tampoco operarían. Incluso, podrían desaparecer las bases de datos bancarias.
Con todo, serían los sistemas de comunicación los más afectados. Teléfonos móviles, ordenadores, radios y televisiones fallarían en cadena, dejando a la población aislada y sin información de cómo responder al caos. Por este motivo, las autoridades de EEUU han lanzado ya recomendaciones para estar preparados ante lo que se ha venido en definir como "la tormenta solar del siglo".



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Misiones sufre una radiación ultravioleta que supera el 10, cuando la normal es de 3

Se trata de un fenómeno astronómico que se da cada 11 años y finalizaría en mayo del 2013. Según el astrónomo Sergio Toscano, se produce cuando campos magnéticos muy potentes pegan contra la Tierra


El planeta está atravesando una tormenta solar, fenómeno que se da cada 11 años y que finalizará aproximadamente en mayo o junio de este año. “Las tormentas solares se caracterizan cuando el sol aparece con manchas y cuando cambia la polaridad de éstas. A su vez, toda esa radiación hace que la atmósfera se dilate, lo que perjudica las comunicaciones satelitales. A nivel planetario, hace que el clima esté desorientado, con muchas tormentas e inestabilidad”, explicó Toscano.
“Las radiaciones pueden producir el dilatamiento de la atmósfera terrestre alcanzando a satélites de baja altitud orbital los que se pueden caer al encontrarse súbitamente dentro de la gravedad terrestre, además de perturbaciones en las comunicaciones de radio, televisión y telefonía celular. Las hermosas observaciones de lo que se ha dado en llamar Auroras (tanto australes como boreales) nos indican que estamos inmersos en una “Tormenta Solar o Geomagnética”.
Asimismo, el experto recordó el caso que se dio en Quebec, Canadá. “Hace unos quince años, se dio un fenómeno de estas características en este lugar y toda la ciudad estuvo sin luz durante veinticuatro horas ya que se fundieron los cables de alta tensión, fue terrible”.
Por otra parte, señaló que los rayos ultravioletas en la región de Misiones son de “10 más extremo”, cuando la radiación normal es de 3. “No es para asustar a la gente, sino para que tomen consciencia, hay que cuidarse ya que es una radiación ultravioleta muy alta y ello puede producir problemas serios en la salud”, explicó y agregó: “Cuando cambia la polaridad de las manchas del sol, ello es producto dela actividad de esta estrella, que se pone cada vez más violenta”.
Estos datos sobre la radiación ultravioleta coinciden con los brindados por la Oficina de Prevención Ante Desastres Naturales en su sitio digital. Allí se especifica que en la Escala UV del sistema americano, un 11 ya se considera extremo, por lo que la exposición máxima al sol sin protección debería ser, para personas con piel clara, de 20 minutos, siendo que para aquellas que posean piel oscura, la exposición no debería pasar de los 30 minutos.
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Una tormenta solar habría impactado la Tierra el día 31


WASHINGTON.- La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés), mostró este viernes imágenes de una gigantesca erupción solar registrada el pasado lunes 31 de diciembre, que pudo haber afectado a los planetas más próximos en el sistema.
Expertos de la NASA dijeron que las fuerzas magnéticas impulsaron el flujo de plasma pero sin la fuerza suficiente para superar la gravedad del Sol, por lo que la mayor parte de esa materia volvió a caer a la superficie incandescente.
La duración de la erupción se extiende alrededor de 160,000 millas (257,495 kilómetros) hacia fuera del Sol. Con la Tierra alrededor de 7,900 millas de diámetro, la erupción relativamente menor de edad es alrededor de veinte veces el diámetro de nuestro planeta, señalaron los expertos.
Científicos de la NASA esperan ver una mayor actividad solar a lo largo del 2013 cuando el Sol llega a una etapa de su ciclo de lo que lo hace más propenso a erupciones.
Una fuerte tormenta solar impactó de lleno en la Tierra en marzo del año pasado, el evento geomagnético más importante desde 2004, pero la descarga de radiación del Sol causó escasos trastornos en la red de eléctricas, aunque obligó a las compañías aéreas a desviar sus rutas en torno a los polos y provocó impresionantes imágenes de aurora boreal en algunas partes del mundo.
El evento comenzó con una serie de explosiones en el Sol que enviaron partículas cargadas a gran velocidad hacia la Tierra, pero la tormenta pareció esfumarse el jueves, sin causar cortes de energía o problemas con los sistemas de navegación GPS como se esperaba.
Las condiciones cambiaron horas después, cuando aumentó la ferocidad de la tormenta, elevándola a la categoría de “fuerte” (G3) en una escala de uno a cinco, conforme a las previsiones.
En los estados del norte de Estados Unidos, como Wisconsin, Michigan y Washington, hubo reportes de un espectáculo de luz nocturna causado por la aurora boreal, cuando partículas altamente cargadas interactúan con el campo magnético de la Tierra, creando un colorido brillo.
Las tormentas geomagnéticas y de radiación son cada vez más frecuentes a medida que el Sol evoluciona de su período de mínima a máxima actividad en los próximos años, pero los humanos generalmente están protegidos por el campo magnético de la Tierra.
Sin embargo, algunos expertos están preocupados porque, como la dependencia de la tecnología de satélites GPS es mayor de lo que era durante el último máximo de actividad solar, podría haber mayores trastornos en la vida moderna.
El Congreso de EEUU pidió a sus compatriotas que se preparen ante la llegada de lo que se bautizó como “la tormenta solar del siglo”.
La NASA alertó que, en 2013, el Sol llegará a una etapa de su ciclo natural durante la cual los grandes eventos, como llamaradas y tormentas solares son más probables, por lo que solicitó que se desarrollen planes de emergencias de cara a estar preparados.
Según detalla el diario español ABC, en una resolución parlamentaria, actualmente en trámite, EE.UU. solicitó a las comunidades locales que se doten de los recursos necesarios para abastecer a la población de un mínimo de energía, alimento y agua.
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Del máximo al mínimo: Pronostican que 2013 será un año de moderada actividad solar

Expertos rusos también señalan que no habrá amenazas de impactos de asteroides contra la Tierra

El 2013 será un año con una moderada actividad solar y no habrá amenazas de impactos de asteroides contra la Tierra, según informó el Ministerio de Emergencias ruso.
El actual ciclo de actividad solar puede ser el más débil en los últimos 100 años, de acuerdo con el pronóstico del Ministerio, citado por la agencia RIA Novosti. Conforme a los especialistas, el nivel de actividad solar varía con un período de 11 años, y desde que empezaron las observaciones se han registrado 23 ciclos.

“Hay una gran probabilidad de que el 24 ciclo solar sea el menos potente de los últimos años”, aseguran los responsables de este pronóstico.

En febrero del 2012 se registraron 67 explosiones solares, el pico de este ciclo. El director del Centro de Pronóstico Climático Espacial del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Ondas de Radio (IZMIRAN por sus siglas en ruso), Serguei Gaidash, está de acuerdo con que posiblemente la máxima actividad solar ya ha pasado. Sin embargo, señala que la “tranquilidad” del Sol sigue siendo muy relativa.

Recordó también que en 2009 hubo 260 días sin manchas solares, un año después, 51 días, en 2011, dos días, mientras que en 2012, las manchas solares fueron constantes. Además se observó un aumento en la cantidad de tormentas magnéticas.

“Lo más probable es que hayamos superado la máxima actividad solar. Aunque no podemos descartar que hayan incrementos en la gráfica de este ciclo”, dijo Gaidash.

Asimismo, indicó que en 2013 tampoco se espera que grandes asteroides se acerquen a la Tierra, a una distancia que represente un peligro.

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Una gran mancha solar apunta hacia la Tierra y amenaza con llamaradas de alta intensidad


El ciclo de actividad energética del Sol está en niveles máximos y se espera una "tormenta del siglo" que afectará el clima y las comunicaciones especialmente


Una gran mancha solar, conocida como AR1654, se encuentra activa y apuntando hacia la Tierra, según informa spaceweather.com. Además, meteorólogos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han estimado que esta mancha ha aumentado un 10% las probabilidades de que se produzca una llamarada de la más alta intensidad (nivel X).
zoomLa actividad solar vista desde un telescopio de la NASA.
La actividad solar vista desde un telescopio de la NASA. NASA
Según ha señalado NOAA, actualmente las erupciones registradas desde esta mancha, que se ha visualizado hace cuatro días, alcanzan el nivel M (el segundo más potente en la escala de intensidad). En un principio, los expertos no se alarmaron ante este fenómeno, ya que se encontraba en el lado del Sol opuesto a la Tierra. Sin embargo, AR1654, que tiene un tamaño diez veces superior al de la Tierra, se está volviendo hacia el planeta al mismo tiempo que aumenta su actividad. Para los científicos, esta podría ser la mancha que "rompa la calma que se registraba en los últimos meses en el espacio".

ACTIVIDAD EN AUMENTO

La actividad solar ha ido aumentando desde el 2009, según ha señalado la NASA en un estudio reciente. De este modo, en solo tres años, los expertos han presenciado evolución creciente del ciclo solar, que culminará en el 2013, siendo este el año en el que se espera una mayor actividad.
Según el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), en el 2009, el Sol estaba aún cerca de periodo mínimo solar, con muy poca actividad. En el mínimo solar, la corona de luz visible se reduce casi a un plano, pero más cerca del máximo solar, las características de actividad aparecen en todas las latitudes solares.

TORMENTA SOLAR DEL SIGLO

En la actualidad, suele haber algún tipo de actividad todos los días. El máximo de este ciclo de actividad solar se espera este año, lo que supone que ciertos eventos, como llamaradas y tormentas solares, serán más probables. En este sentido, el Congreso de Estados Unidos hizo un llamamiento a los ciudadanos, a finales del 2012, para que desarrollen un plan de emergencias de cara a estar preparados para una "tormenta solar del siglo". Además, en una resolución parlamentaria, actualmente en trámite, se ha pedido a las comunidades locales que se doten de los recursos necesarios para abastecer a la población de un mínimo de energía, alimento y agua. Del mismo modo, en Alemania, Francia, Reino Unido y otros países europeos se están tomando "importantes medidas en la misma línea preventiva", ha apuntado.
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Tormentas geomagnéticas solares sacudirán regiones polares

Una eyección de masa coronal del Sol viaja a la Tierra con probabilidades de causar algunas inestabilidades en las comunicaciones y auroras


Pese a la calma del Sol se espera para los próximos días una leve inestabilidad con tormentas geomagnéticas (solares)que sacudirán algunas regiones de la Tierra.
La llegada de una CME (Eyección de masa coronal del Sol) el 13 de enero ”podría causar inestabilidad a niveles activos por dos días”, el 16 y 17 de enero, informa el Centro de Predicción Espacial de la Agencia Nacional Oceanográfica y Atmosférica, (NOAA) de Estados Unidos.
El 13 de enero, un evento de tormenta solar moderada con una explosión de rayos X de magnitud M1 se registró a las 8:38 hora UTC, y envió algunas CME.
"No se debe confundir con una llamarada solar", advierte la NASA. Una CME es un fenómeno solar que puede enviar partículas solares en el espacio y llegar a la Tierra uno a tres días después.
En tanto las llamaradas solares, a diferencia de las CME, son explosiones de luz y radiación de gran alcance. Según la NASA, "la radiación dañina de una llamarada no puede pasar a través de la atmósfera de la Tierra para afectar a los seres humanos físicamente sobre el terreno, sin embargo, cuando es suficientemente intensa, puede perturbar la atmósfera en capas donde las GPS y las señales de comunicaciones viajan. 
"Llamaradas de clase M son los más débiles llamaradas que todavía puede causar algunos efectos del clima espacial cerca de la Tierra. Los brotes recientes causaron apagones de radio débiles y sus efectos ya desaparecieron", señaló la NASA el mismo día del evento.
Por su parte las eyecciones de masa solar (CME) están compuestas por partículas de plasma que al alcanzar al campo magnético de la Tierra suelen cambiar de polaridad y generar auroras boreales y australes de diversos colores en el cielo nocturno, lo que da lugar a las tormentas geomagnéticas.
Las tormentas geomagnéticas son potenciales peligros para las redes eléctricas que en casos menores registra fluctuaciones.
Los vientos solares que llegan a la Tierra aumentaron a 511 kilómetros por segundo y se observan seis regiones con manchas solares. El centro de predicción espera que la actividad del Sol siga baja en los próximos días.
"En el pasado, las CME de esta velocidad no han causado tormentas geomagnéticas sustanciales. Han causado auroras cerca de los polos, pero es probable que afecten los sistemas eléctricos en la Tierra o interfieran con las GPS o sistemas basados ​​en satélites de comunicaciones", comunicó la NASA.
El Sol registró otra tormenta solar de magnitud M1 el 11 de enero, y el 13 de enero se registraron leves inestabilidades en el campo magnético de la Tierra. La primera tormenta solar del año, en tanto, fue el 5 de enero, también de nivel M1.
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Un estudio revela que los planetas podrían influir en la actividad del Sol

El físico Antonio Ferriz, profesor de la Universidad de Vigo, forma parte del equipo internacional que ha descubierto que los efectos de marea debidos a los planetas podrían tener influencia en la actividad magnética del Sol.

 El grupo, con participación suiza, española y estadounidense, ha reconstruido la actividad magnética solar de los últimos diez mil años analizando la concentración de isótopos cosmogénicos en muestras de hielo de la Antártida y Groenlandia.

 La reconstrucción revela una coincidencia entre los ciclos de periodo largo de actividad solar y los efectos de marea de los planetas. El hallazgo, que aparece recogido en la revista Astronomy &Astrophysics, permitirá entender mejor el funcionamiento del Sol. El grupo, que analizará hielo más antiguo, cree que puede haber una correlación a larga escala entre su actividad magnética y el clima en la Tierra.
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La tormenta solar de 1859 es considerada la tormenta solar más potente registrada en la historia.
En el año 1859 se produjo una gran eyección de masa coronal o fulguración solar.1 A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban al sur hasta el Caribe.2
El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Los primeros indicios de este incidente se detectaron a partir del 28 de agosto de 1859 cuando por toda Norte América se vieron auroras boreales.
Se vieron intensas cortinas de luz, desde Maine hasta Florida. Incluso en Cuba los capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de luces cobrizas cerca del cenit. En aquella época los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica. Se observaron auroras en zonas de baja latitud, como Roma, Madrid, La Habana y las islas Hawái, entre otras.

En las Islas Baleares encontramos una referencia en el Diario de Menorca.

Anteayer a hora avanzada de la noche vio una persona fidedigna dos auroras boreales, que si bien eran más diminutas que la que vimos años atrás no dejaron de causar un efecto maravilloso.—J. Hospitaler, 'Diario de Menorca' - Año 2 Número 237 (04/09/1859)3

Fue la interacción más violenta que nunca se ha registrado entre la actividad solar y la Tierra. La acción del viento solar sobre la Tierra el año 1859 fue, con diferencia, la más intensa de la que se tiene constancia. El día 28 de agosto aparecieron numerosas manchas solares, y entre los días 28 de agosto y 2 de septiembre se declararon numerosas áreas con fulguraciones. El 1 de septiembre el Sol emitió una inmensa llamarada, con un área de fulguración asociada que durante un minuto emitió el doble de energía de la que es habitual. Sólo diecisiete horas y cuarenta minutos después, la eyección llegó a la Tierra con partículas de carga magnética muy intensa. El campo magnético terrestre se deformó completamente y esto permitió la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera, dónde provocaron extensas auroras boreales e interrupciones en las redes de telégrafo, que entonces estaba todavía muy poco desarrollado.
Una tormenta solar de esta magnitud tendría graves consecuencias para la civilización actual. Los rayos cósmicos erosionan los paneles solares de los satélites artificiales y reducen su capacidad para generar electricidad. Muchos satélites de comunicaciones, por ejemplo la ANIK E1 y la E2 en 1994 y Telstar 401 de 1997 han resultado dañados por este motivo. Un caso un poco diferente se debe a la expansión de la atmósfera por los rayos X que produjo daños al Asko japonés el 14 de julio de 2000. Los satélites artificiales han sido diseñados específicamente para evitar las calamidades del clima espacial, pero las redes eléctricas son incluso más frágiles. Los grandes transformadores están conectados a tierra y, por tanto, pueden ser susceptibles de ser dañados por las corrientes continuas inducidas por las perturbaciones geomagnéticas y aunque los transformadores evitasen la destrucción de los núcleos magnéticos se podrían cargar durante la mitad del ciclo de corriente alterna, lo que distorsionaría la forma de las ondas de 50 o 60 Hertz. En el año 1859, el invento del telégrafo se había producido 15 años atrás y la infraestructura eléctrica estaba realmente en su infancia. La tormenta solar de 1994 causó errores en dos satélites de comunicaciones, afectando a los periódicos, las redes de televisión y el servicio de radio en Canadá. Otras tormentas han afectado sistemas desde servicios móviles y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de electricidad. En marzo de 1989, una tormenta solar mucho menos intensa que la perfecta tormenta espacial de 1859, provocó que la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá) se detuviera durante más de nueve horas; los daños y la pérdida de ingresos resultante se estiman en cientos de millones de dólares. Como señala una página web de la Universidad George Washington "la meteorología espacial, que es el resultado de los rayos X y de partículas de alta energía del Sol que interactúan de manera compleja con la Tierra, atmósfera y campo magnético, a menudo afectan a los modernos sistemas tecnológicos negativamente (por ejemplo, satélites, la red eléctrica, la radio), causando pérdidas económicas y sociales en las latitudes altas de la Tierra, como el norte de Estados Unidos, Canadá, Escandinavia y Rusia, que están en particular riesgo porque los campos magnéticos convergen en estas regiones "