Para estar preparado: Placas Solares un 300% mas eficientes


10FEB/11


HyperSolar ha anunciado lo que podría ser una revolucion en el sector de las energias renovables. Concretamente estamos hablando de una nueva tecnologia que promete unos rendimientos un 300% superiores a las placas solares fotovoltaicas que tenemos ahora mismo en el mercado. Mas información tras el salto.
"Hemos desarrollador una tecnología innovadora para ampliar el poder del Sol y aumentar significativamente la potencia de salida de las células solares. Estos nuevos modelos de diseño muestran un aumento de potencial del 300%. Estamos muy entusiasmados con este descubrimiento por parte de nuestro equipo de I+D " comentó el CEO de HyperSolar, Tim Young
"Hemos tranajado muy duro para hacer que las células solares más eficientes. En HyperSolar, estamos desarrollando la primera capa delgada y plana de ampliación para una aplicación directa en la parte superior de las células solares que permitirá aumentar enormemente su potencia de salida."
 El Sr. Young continuó," Nos sentimos alentados por nuestros resultados recientes. Nuestro plan es pasar a la fase de prototipo a principios del próximo año y luego a un producto comercial. "
Esta tecnologia innovadora de capa ligera HyperSolar emplea a miles de colectores de luz, lo que permite que en lugar de utilizar tres células solares para cubrir un área del panel solar, sólo utiliza una célula solar . Esto permitirá a los fabricantes del sector usar un menor número de células solares, aproximademante un 66% menos, lo que reducirá drásticamente el coste por vatio de los paneles solares.
Sr. Young agregó: "Cuanto mayor sea el aumento de luz en la capa de HyperSolar, mayor será el aumento de energía de la célula solar . Como parte de nuestro plan de desarrollo, estamos explorando varios diseños y elementos microphotonic para aumentar la ampliación hasta en un 400% en el producto final. "
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Cuatro tormentas solares en una semana


El tema de las tormentas solares afectando la vida en la Tierra cuenta ya con el aval de todas las instituciones oficiales de la materia: incluso la NASA ha advertido de los efectos que tienen las explosiones en el Sol sobre el campo magnético terrestre. Satélites, líneas eléctricas y dispositivos electrónicos de todo tipo podrían quedar inservibles en un santiamén.

Jose Manuel Nieves es un reconocido blogger español que lleva adelante el blog de Cienca y Tecnología del diario ABC. Famoso por su búsqueda del rigor científico, Nieves advierte sobre las posibilidades de que nuevas tormentas solares impacten contra la Tierra en los próximos días.
“Una serie de gigantescas manchas solares, las mayores aparecidas en años, han sido detectadas en el Sol durante el pasado fin de semana. Por lo menos cuatro de ellas tienen un diámetro mayor que el de nuestro planeta y el potencial para generar llamaradas de intensidad X, las mayores que es capaz de producir el Sol. Los expertos alertan de los posibles riesgos y recomiendan que se tomen precauciones.
Llamado AR1476, el oscuro grupo de manchas mide más de 100.000 km de extremo a extremo. Las enormes manchas aparecieron, debido a la rotación solar, en la cara visible del Sol durante el pasado fin de semana y en los próximos días esa misma rotación las colocará justo en la dirección de la Tierra.
La región más activa de AR1476 ya ha generado varias erupciones de clase M, las segundas más potentes. Según su intensidad (que depende del flujo de rayos X emitidos, medidos en watios por metro cuadrado) las llamaradas solares pueden ser de categoría A, B, C, M y X. Cada clase, subdividida a su vez en números del 1 al 9, es diez veces más potente que la anterior. En la imagen bajo estas líneas, tomada por el astrónomo Alan Friedman, las manchas son perfectamente visibles.
Expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos estiman que existe un 75% de probabilidades de que las manchas generen más llamaradas de la clase M durante las próximas 24 horas. Y un 10% de probabilidades de llamaradas de clase X.
Las erupciones solares provocan la expulsión de una gran cantidad de materia solar al espacio. El fenómeno, conocido como Eyección de Masa Coronal (CME) es capaz de proyectar fuera del Sol una ingente cantidad de materia y radiación a una velocidad de miles de km. por hora. Cuando las llamaradas solares apuntan hacia la Tierra, esas ardientes nubes de plasma pueden llegar hasta nuestro planeta y causar daños en los satélites de comunicaciones y en los sistemas eléctricos.
El escudo magnético de la Tierra, la magnetosfera, es capaz de protegernos de una gran parte de las CME que llegan hasta aquí, desviándolas hacia los polos y provocando espectaculares auroras. Sin embargo, si una CME es lo suficientemente fuerte y su campo magnético está alineado con el terrestre, puede penetrar a través de nuestro escudo natural llegar a la superficie y causar graves daños”.
El tema lentamente ha ido ganando lugar en los medios de comunicación. Incluso varias películas catastrofistas de Hollywood han sabido sacarle provecho al milenario temor del hombre a que el sol acabe con nuestro planeta. Para la tradición gnóstica, por ejemplo, la explosión del sol no sería más que la ira divina del apocalipsis cristiano. Para los Galos, significaría qe el cielo se desplome sobre nuestras cabezas. Para los Mayas representaría el final del ciclo. Etcétera.
En el tecnológico mundo actual, casi todo se maneja con componentes electrónicos. Tan grande es la dependencia de estos dispositivos que tiene el hombre que es dificil graficar la magnitud de la catástrofe para el hombre si el sol llega a desactivar aunque sea la mitad de ellos en un solo momento.
Desde celulares y electrodomésticos hasta las grandes líneas eléctricas, pasando por inyectores de coches o computadoras que regulan el funcionamiento de los mercados, cualquier cosa que afecte en mayor o menor medida a la vida de la gente en la tierra quedaría automaticamente desactivada. Los efectos de semejante evento son inimaginables.

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No habrá tormenta solar el 21 de diciembre, dice la NASA


A pocos días del ‘Fin del Mundo‘, son muchas las teorías y especulaciones que acompañan lo que podría pasar el 21 de diciembre.
21 de diciembre fin del mundo
Uno de los mitos del Apocalipsis que se han desmentido es que habrá una tormenta solar que quemará la Tierra: es totalmente falso y no hay nada de que preocuparse.

Diferentes revistas han hablado desde hace tiempos sobre la presencia de ráfagas de rayos solares con gran magnitud, la cual ha venido precedida por el calentamiento global de los polos.
Se llegó a creer que todo lo que existe en la Tierra sería consumido por una ola de calor intenso y que el ‘Sol del Apocalipsis‘ fulminaría todo; la teoría del fuego viene apoyada con bases religiosas, en donde dicen que el mundo se consumirá gracias al fuego y el azufre.
Sin embargo, NASA ha negado que el mundo vaya a acabarse el 21 de diciembre; explica que a pesar de que es verdad que hay tormentas solares y aumentos en la temperatura, estas ocurren lejos de la Tierra, por lo que no pueden alcanzar a destruir nada: todo esto se comenta a mayor detalle en su sitio oficial (enlace).
Estos mitos del Fin del Mundo han sido alimentados principalmente por publicaciones de revistas esotéricas, las cuales hacían las referencias a la Biblia y a creencias de otras culturas que hablaban sobre que tan destructivo sería el fuego el 21 de diciembre.
Sin embargo, no hay nada que temer por el momento: en caso de que sea verdad que el mundo se acabará el viernes, pueden estar seguros de que no moriremos calcinados, ¿de acuerdo?
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Las siete citas científicas más emocionantes para el año 2013


Conocer por adelantado cuáles serán los grandes descubrimientos científicos del año es sencillamente imposible. “Si supiéramos lo que estamos haciendo”, decía Albert Einstein, “no lo llamaríamos investigación”. Pero aún así es posible conocer cuáles son las principales citas científicas de 2013 y los experimentos que darán datos nuevos e interesantes. Los anuncios más importantes tienen que ver con la materia de la que está hecho el Universo (energía y materia oscuras, materia extraña…) y con la vida, tanto en otros planetas como en el nuestro. Estas son las fechas que debes apuntar en el calendario si no quieres perder detalle:

1. La vida después de Higgs

El primer foco de atención estará aún en el CERN, a pesar de que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) ha detenido su actividad hasta 2015, cuando reanudará su actividad empleando casi el doble de energía. El colisionador aumentará su potencia de 8 a 14 teraelectronvoltios pero mientras tanto se terminarán de analizar los datos obtenidos este año. La primera cita importante será en una conferencia entre el 9 y 16 de marzo en los Alpes italianos (Rencontres de Moriond), en la que se podría anunciar definitivamente que el bosón observado en las pruebas es el predicho por Higgs para el Modelo Estándar. Si no es así, aún hay otra cita en verano. Aunque se están observado medidas que ofrecen dos valores diferentes para la masa del bosón de Higgs, los especialistas creen que es una fluctuación estadística asociada a una sola partícula.
De cara al futuro y para conocer mejor de qué está hecha la materia, parte de la comunidad científica apuesta por la construcción de otro tipo de colisionador, en este caso lineal, que dé nuevos y más precisos resultados. Japón es el principal candidato para albergarlo.  

2. ¿De qué está hecho el Universo?

Si alguien cree que con el descubrimiento del bosón de Higgs se han acabado las incógnitas se equivoca por completo. La materia bariónica, aquella que podemos ver y de la que estamos hechos nosotros, las estrellas y las galaxias, compone un escaso 4% del Universo. El resto está compuesto de materia oscura (23%) y energía oscura (73%). Para avanzar en el conocimiento de estos asuntos, este año se conocerán los primeros datos de tres experimentos cruciales:
- Resultados del satélite Planck. En el mes de abril este satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) ofrecerá nuevos datos de su escaneo del universo. Será en la conferencia ESLAB, entre el 2 y el 5 de abril, en Noordwijk (Holanda). Planck ha medido con una precisión nunca vista hasta ahora la radiación de fondo de microondas, el eco del Big Bang. Este rastreo meticuloso, como ya sucediera con WMAP, puede darnos respuestas muy interesantes sobre qué es la energía oscura. También podría detectar neutrinos de baja energía y aportar datos sobre lo que se conoce como “Fondo cósmico de neutrinos”. Para hacerse una idea, las fechas de la radiación de fondo de microondas son desde que el Universo tenía 300.000 años, mientras que el fondo de Neutrinos nos ofrecería datos de cómo se formó de la materia de cuando el Universo tenía 2 segundos (¡!)
- Resultados de IceCube. El mayor y más sensible detector de neutrinos jamás construido está a punto de dar nuevos datos. Ocupa un kilómetro cúbico y está a 2.5 kilómetros de profundidad, en mitad del hielo antártico. El director del telescopio asegura que están cerca de cazar”por primera vez neutrinos cósmicos de muy alta energía, procedentes de objetos y fenómenos muy lejanos. “Los neutrinos de muy alta energía son los mensajeros cósmicos de los procesos más violentos del universo”, explica Francis Halzen, “como los agujeros negros gigantes que devoran estrellas en el núcleo de las galaxias activas o las explosiones de rayos gamma, las mayores de que tenemos constancia en el universo desde el Big Bang”. La detección de estas partículas, predicha desde hace décadas, significaría una revolución en la física y en la astronomía, de ahí la expectación. 
 - Resultados de AMS-02. El Espectrómetro Magnético Alpha ofrecerá en el verano de 2013 sus resultados oficiales. Este experimento, instalado en la Estación Espacial Internacional y diseñado para medir los rayos cósmicos desde la órbita, ayudará a estudiar la formación del Universo y a detectar materia oscura y si existe antimateria en el Universo en cantidades detectables. El instrumento, que ha costado 1.500 millones de dólares y cuya utilidad ha sido puesta en duda, también aportará información sobre la conocida como materia extraña cuya existencia, de momento, es solo hipotética.

3. ¡Apocalipsis solar!

Una vez que sobrevivamos al “apocalipsis maya”, los amantes de las predicciones catastróficas podrán comenzar a planear sus augurios para 2013, pues es año de máximo solar y la NASA ya ha advertido de los posibles efectos de la actividad del sol sobre la atmósfera terrestre. La actividad solar sigue un curioso patrón dividido en ciclos de 11 años y en 2013 toca el ciclo número 24. Durante estos máximos solares aumentan las probabilidades de que una eyección de masa coronal termine llegando a la Tierra en forma de gas ionizado y provoque las conocidas como “tormentas solares”. En el pasado ya se han producido eventos de este tipo (como el "evento Carrington" de 1859 o la tormenta solar de 1989 que provocó un apagón en Quebec e inutilizó varios satélites).
Los efectos de una tormenta electromagnética de este tipo son limitados(la NASA ya ha intentado tranquilizar a los que fantasean con llamaradas que carbonizan nuestro planeta) pero sí pueden aportar datos muy interesantes sobre el sol y su actividad.    

4. Resultados de Curiosity

A lo largo de 2013 sabremos si alguna vez se dieron las condiciones para la vida en Marte. Pero no se prevén grandes anuncios sobre la vida en el “planeta rojo” puesto que los instrumentos de la misión no buscan vida, sino las condiciones que, según las hipótesis consideradas, serían favorables para albergarla. Las primeras muestras analizadas presentan agua, azufre y compuestos de cloro (algunos de ellos probablemente de origen terrestre, según los investigadores), pero no se han detectado aún compuestos orgánicos en Marte, pese a que algunos medios lanzaron las campanas al vuelo. Aún así, los instrumentos de medición del robot marciano pueden darnos datos valiosísimos sobre el pasado marciano.

5. ¿Hay vida bajo el lago Vostok?

Para conocer los misterios de la vida en el Universo a veces no hay que irse tan lejos. El lago Vostok se encuentra sepultado bajo 4 kilómetros de hielo en la Antártida y ha permanecido aislado durante los últimos 20 millones de años. Una misión rusa tomó este año las primeras muestras en las que no se encontraron organismos vivos, pero este año seguirá tomando muestras más profundas y de los sedimentos del fondo. La simple perspectiva de encontrar algo vivo que lleve aislado esa cantidad de tiempo produce escalofríos. Recientemente se ha encontrado unacolonia de bacterias que viven bajo 27 metros de hielo en el lago Vidatambién en la Antártida y que han estado aisladas y en condiciones extremas (sin oxígeno, sin luz y a -13 grados centígrados) durante casi 3.000 años, por lo que la hipótesis no es tan descabellada.
Existe cierta preocupación porque la misión rusa haya contaminado el lago con queroseno. En cualquier caso, este año hay otras dos expediciones internacionales en otros dos lagos de la Antártida que también pueden sorprender: EEUU alcanzará agua del lago Whillans en febrero y la expedición británica, la más adelantada, estará en condiciones de extraer líquido del lago Ellsworth en diciembre.

6. Un mapa detallado de la Vía Lactea

A principios de 2013 la Agencia Espacial Europea enviará al espacio lasonda espacial Gaia cuya misiópn es trazar un mapa tridimensional de las estrellas de nuestra galaxia, el mayor y más detallado hasta la fecha. La ESA espera descubrir cientos de miles de nuevos objetos celestes como planetas extrasolares y enanas marrones, así como ampliar el censo de asteroides. Si todo sale como está previsto, Gaia ampliará nuestro conocimiento sobre el origen, la estructura, y la historia de la Vía Láctea. 

7. Viajando por el Sistema Solar

La NASA está bastante obsesionada con Marte (ha anunciado que enviará otro robot para hacer compañía a Curiosity en 2020), pero hay otras misiones en el sistema solar que pueden dar datos interesantes. Sin ir más lejos, la sonda Messenger seguirá ofreciendo datos sobre Mercurio (donde ha detectado indicios de las presencia de agua) y este año Cassini se acercará más que nunca Titán.
La NASA también enviará una nueva misión a la Luna en mayo: la sondaLADEE, que explorará la atmosfera lunar. En noviembre se lanzará el satélite MAVEN con destino a Marte, donde llevará a cabo una misión similar y se unirá al intenso tráfico que rodea el planeta rojo como consecuencia de nuestra insaciable curiosidad.
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En 2013 podrían incrementarse las tormentas geomagnéticas por ciclo de actividad solar


Américo González Esparza, especialista de la Unidad Morelia del IGf de la Universidad Autónoma de México y cuyo trabajo es estudiar "el clima" espacial, utilizando herramientas como el Radiotelescopio de Centelleo Interplanetario, ubicado en Coeneo, Michoacán, estimó que actualmente el ciclo de 11 años del astro avanza hacia su máximo, que ocurrirá en los próximos meses.












"En 2013, esperamos que se incremente el número y la intensidad de las tormentas geomagnéticas por el aumento de actividad del Sol, pues el ciclo de 11 años del astro avanza hacia su auge, que ocurrirá en los próximos meses, estimó Américo González Esparza".
QUE ES UNA TORMENTA SOLAR
Una tormenta solar genera partículas muy energéticas que penetran el campo magnético de la Tierra y afectan los componentes electrónicos de los satélites que orbitan el planeta, indicó el doctor en física espacial.
Las partículas solares ocasionan las auroras boreales y calentamientos en las capas altas de la atmósfera, lo que ocasiona que los satélites de órbitas bajas comiencen a frenarse. "Eso eventualmente puede llegar a tirarlos", destacó.
Actualmente, muchos de los satélites son indispensables para dotar a la población de telefonía, Internet, sistemas de posicionamiento global (GPS) y rutas aéreas o marítimas, así que las afectaciones a sus transmisiones pueden ocasionar peligros a la población y daños económicos considerables.
PREVENCION
Aunque el fenómeno no se puede evitar, es posible predecir su llegada a la Tierra y atenuar sus posibles daños, explicó González Esparza, quien estudia el clima espacial con el Radiotelescopio de Centelleo Interplanetario, también conocido como MEXART, por las siglas en inglés de Mexican Array Radio Telescope.
El equipo, en funcionamiento desde 2005 en Coeneo, Michoacán, es el primer arreglo de gran área construido en América Latina para estudiar tormentas solares, y el tercero en su tipo en operación, después de los radiotelescopios de la India y Japón.
Consta de cuatro mil 96 dipolos, distribuidos en una zona de 140 metros en la dirección este-oeste, y 80 metros en la norte-sur, lo que suma casi 10 mil metros cuadrados de área.
TORMENTAS SOLARES Y GEOMAGNÉTICAS
El Sol, como todas las estrellas, tiene ciclos de actividad. El de nuestro astro dura aproximadamente 11 años, llega un momento en que sus tormentas se hacen muy frecuentes e intensas y, de un momento a otro, su actividad se reduce hasta casi desaparecer, para luego reiniciar de forma paulatina.
"Las tormentas solares se manifiestan en enormes explosiones. De repente salen burbujas del Sol, nubes de gas que se empiezan a propagar y algunas pasan cerca de la órbita de la Tierra. Nuestro planeta tiene un campo magnético que funciona como coraza; es un escudo que, en general, evita que el viento solar llegue a la atmósfera.
"Pero estas enormes nubes a veces son capaces de romper esa coraza por unas horas. Entonces las partículas se meten y producen auroras boreales, pero también interrupciones en telecomunicaciones, en lo que se llama tormenta geomagnética", expuso el físico espacial.
Una tormenta solar ocurre si hay una explosión en la atmósfera de la estrella y salen las nubes de material hacia el espacio; mientras que una geomagnética se presenta en el momento que esas nubes chocan con el campo magnético terrestre y rompen la coraza por algunas horas. Si ocurre una de estas últimas, el campo magnético de nuestro mundo tiene variaciones que, por varios procesos físicos, causan interrupciones en las telecomunicaciones, abundó. Neomundo
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Lugares seguros en caso de tormenta Solar, sgun el Observatorio de Clima espacial.

Zonas de Fuerte Exposición en caso de Tormenta Solar
en este mapa solo se destacan "Zonas de exposición moderada" a un evento Carrington


Fuente: Observatorio de Clima Espacial. 
https://www.facebook.com/ClimaEspacial
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El culpable del «evento Carlomagno», una llamarada solar extrema


Golpeó la Tierra en el año 774 con una fuerza veinte veces mayor que la que se creía la más potente eyección del Sol registrada en la Historia, en el siglo XIX. Si ocurriera en la actualidad, causaría daños terribles

Los libros de Historia recogen que durante los años 774 y 775 Carlomagno celebraba su victoria sobre los lombardos tras el asedio de Pavía. Pero en esos años sucedió algo más, algo con un poder también devastador y que llegó del mismo cielo. Hace unos meses, un grupo de científicos japoneses descubrió un aumento desconcertante en depósitos de carbono 14 en los anillos de los cedros que coincidían con esa época, un hallazgo que ha aparecido recientemente en la revista Nature. Debido a que los rayos cósmicos están vinculados a las concentraciones de carbono 14, los científicos de todo el mundo se han preguntado acerca de su causa: ¿qué ocurrió? ¿una supernova cercana, un estallido de rayos gamma en la Vía Láctea? Investigadores de la Universidad de Kansas y de la de Washburn creen haber dado con la respuesta. Según estiman, la fuente probable de ese bombardeo medieval de rayos cósmicos bautizado como el «evento Carlomagno»fue una eyección de masa coronal del Sol (CME, por sus siglas en inglés), una gigantesca nube ardiente de partículas y radiación que salió disparada desde la superficie del astro rey hacia nuestro planeta.
En un principio, los científicos japoneses que habían estudiado este evento descartaron que fuera provocado por una tormenta solar. «Llegaron a la conclusión de que la energía emitida por el Sol habría tenido que haber sido, digamos, mil veces más grande que en el 'evento Carrington' en 1859, la mayor llamarada solar jamás conocida (que cortó el telégrafo en Europa y América del Norte y provocó auroras que se vieron hasta en Madrid)», afirma Adrian Melott, profesor de física y astronomía en Kansas. Pero él considera que eso es un error. «Creemos que solo fue 10 o 20 veces mayor, lo que implica una explicación más razonable». Con todo, sería la eyección más grande en los últimos 1.300 años.
Además, Melott señala que las recientes observaciones de estrellas similares al Sol hechas por el satélite Kepler sugieren que estallan a niveles parecidos -e incluso más altos- a intervalos de unos pocos cientos a miles de años como promedio.
Otras explicaciones para la ráfaga de radiación medieval son, según el investigador, altamente improbables. «Una supernova es básicamente una estrella que llega al final de su vida útil y produce una explosión espectacular», explica Melott. «Pero para producir efectos como los que se observan en los anillos de los árboles, una supernova habría tenido que haber estado a 100 años luz, aproximadamente. Tal evento habría sido deslumbrantemente brillante en el cielo, mucho más brillante que la Luna llena. Habría permanecido así de brillante durante meses y habría sido observado por todas las civilizaciones de la Tierra. Al estar tan cerca, habría restos de la explosión visibles hoy en día, aún en expansión. Algo tan cercano no podría haber sido pasado por alto».
La posibilidad de un estallido de rayos gamma tampoco es muy probable. «Un estallido de rayos gamma proviene de una pequeña fracción de supernova», apunta. «Da lugar a la emisión de radiación en dos estrechas ondas que salen en direcciones opuestas. La radiación podría llegar desde muy lejos. Podría estar a cientos o incluso miles de años luz de distancia y aún así darnos con suficiente fuerza como para producir el pico de carbono-14. Es una posibilidad, pero no muy probable, debido a que estas cosas suceden con intervalos de 10 a 15 millones de años como promedio. ¿Ocurrió esta explosión hace 1.200 años? Sería muy sorprendente», concluye Melott.

Sin luz en todo el mundo

Eso nos deja con la eyección solar como la causa más probable... y con una amenaza en el aire. Melott advierte de que algo similar al «evento Carlomagno» tendría consecuencias desastrosas para el mundo actual, dependiente de la tecnología. Algo similar podría ocurrir cada mil o dos mil años, pero sería impredecible y solo tendríamos unas pocas horas de reacción desde que nuestros sistemas de detección nos avisaran de que estamos en peligro.
«Se produciría un ligero aumento en las tasas de cáncer de piel debido a los efectos sobre la capa de ozono», dice el científico, «Se producirían algunos daños en los cultivos y cosechas, pero no sería demasiado serio -tampoco lo fue para el Sacro Imperio romano-. Pero tenemos un problema añadido, nuestro nivel tecnológico. Cuando estas cosas golpean, el campo magnético de la Tierra se somete a una interacción, y las líneas del campo magnético se mueven, lo que produce corriente en los cables. Si tienes una larga línea de energía, se puede obtener una enorme corriente. Los transformadores se sobrecargan y se queman. Imagine las luces apagándose en todo el mundo desarrollado -sin encenderse durante quién sabe cuánto tiempo- porque hay que construir más transformadores. ¿Y cómo se hace eso sin electricidad? Es un problema real para el que hay que prepararse».

Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20121205/abci-culpable-evento-carlomagno-llamarada-201212051052.html
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La tormenta solar de 2013 podría ser un 'Armageddon' si no ponemos remedio


Estados Unidos ha levantado todas las alarmas. El ciclo solar ha cambiado y, con él, la inusual tranquilidad. El Sol entra en uno nuevo del que se espera una gran intensidad, lo que se traduce en mayor actividad magnética, más manchas y erupciones solares. Unos fenómenos que, aunque no lo parezca, pueden afectar enormemente a nuestra actual sociedad plagada de sistemas de navegación y comunicaciones que podrían quedar en suspenso.


Y queda poco. Los científicos prevén que finales de 2013 será el momento de mayor actividad del nuevo ciclo. Aunque el riesgo se extenderá a los próximos seis años. La dependencia de las sociedades modernas, plagadas de redes de comunicación, satélites y telefonía móvil que podrían derrumbarse, agravan las consecuencias. Así, una tormenta solar extrema como la que se espera tendría graves consecuencias para nuestro estilo de vida.
Existen antecedentes que hacen presagiar lo peor. La tormenta solar más potente de la historia se produjo en 1859, aunque sus efectos fueron limitados dado que la energía eléctrica estaba en pañales. No obstante, las auroras boreales que provocó se pudieron divisar desde todos los rincones del planeta.
Otras más leves, pero más cercanas en el tiempo, ya mostraron su peligro para los servicios móviles, los GPS o las redes eléctricas. Por ejemplo, en 1994, una tormenta solar hizo caer dos satélites de comunicaciones durante horas, o en 1989, dejó fuera de funcionamiento durante más de nueve horas la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá), causando pérdidos de cientos de millones.
Pero... ¿cuáles serían los efectos de "la tormenta solar del siglo"?Los informes encargados por la NASA, el Ejército de EEUU, el Parlamento británico o de un grupo de expertos de la Comisión Europea creen que tras cinco días se viviría un verdadero 'Armageddon'.
Accidentes, sin energía, sin agua y grandes incendios
  • Los científicos prevén que finales de 2013 será el momento de mayor actividad del nuevo ciclo solar, que podría afectar gravemente a las sociedades actuales.
  • Un caos de accidentes aéreos y de tráfico, cortes generalizados de luz, sin agua, grandes incendios y con la caída de todas las comunicaciones.


Para empezar, los accidentes aéreos y de tráfico se multiplicarían por una serie de fallos en los sistemas de rutas, de aterrizaje, de los semáforos y de las señalizaciones.
Los sistemas eléctricos sufrirían un derrumbe total, dejando a las casas, las industrias, las refinerías o las plantas químicas sin energía. De no existir protocolos de actuación, las consecuencias de este colapso serían dramáticas. Los ascensores se convertirían así en otro punto negro, complicando las evacuaciones y dejando a personas atrapadas.
Como quedó de manifiesto en 1859, pueden desencadenarse además grandes incendios eléctricos simultáneos. Por si fuera poco, el suministro de agua dejaría de funcionar más allá del nivel del suelo, pues los sistemas de bombeo no funcionarían.
Las estaciones de servicio no podrían suministrar combustible de igual manera. Cualquier medio de transporte, además de un riesgo, tendría imposible repostar. Aunque poco importa, pues los cajeros automáticos tampoco operarían. Incluso, podrían desaparecer las bases de datos bancarias.
Con todo, serían los sistemas de comunicación los más afectados.Teléfonos móviles, ordenadores, radios y televisiones fallarían en cadena, dejando a la población aislada y sin información de cómo responder al caos. Por este motivo, las autoridades de EEUU han lanzado ya recomendaciones para estar preparados ante lo que se ha venido en definir como "la tormenta solar del siglo".
Fuente: http://www.teinteresa.es/ciencia/tormenta-podria-Armageddon-ponemos-remedio_0_760125413.html
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El sol se llena de manchas en su superficie, lo que indica el máximo de su actividad




Cada 11 años aproximadamente, el sol completa uno de sus ciclos naturales de actividad, marcado por un incremento de las manchas solares en su superficie. Un mayor número de manchas solares en la superficie se designa como 'máximo solar'; un número mínimo es 'mínimo solar'.

Pero esta no es la única característica de un período de máxima actividad. Las manchas solares se corresponden generalmente con una región activa del sol, y estas regiones son a menudo el origen de las erupciones solares o eyecciones de masa coronal.
La NASA recuerda que el mínimo solar se produjo en 2008, y que desde enero de 2010 se aprecia un aumento creciente de actividad solar. En aquel momento se produjo una llamarada de clase M, diez veces menos potente que las llamaradas más grandes, de clase X. Desde entonces, el sol no ha parado en su actividad, que ha ido aumentado hasta que alcance su máximo, previsto para 2013.
La imagen que ha difundido la agencia espacial europea muestra lamarcada diferencia entre la superficie del sol en octubre de 2010 y la de octubre de 2012, con brillantes regiones activas repartidas por toda la superficie.
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Tormenta Solar: ¿Apocalipsis o exageración?

La alarma empieza a generalizarse tras la advertencia de EE.UU. a sus ciudadanos de la necesidad de preparase ante este fenómeno

El Congreso de Estados Unidos hizo un extraño llamamiento a sus ciudadanos. El objetivo era desarrollar un plan de emergencia de cara a una posible catástrofe debido a una tormenta solar. Pero, ¿es realmente una amenaza real?, ¿qué es y cuáles son los efectos de un fenómeno de este tipo?, ¿estamos realmente ante un posible apocalipsis, como muchas personas piensan?


«Hay que tener claro que es una esfera de gas y genera campos magnéticos, como un gran imán. Cuando estos campos cambian su configuración -cada once años aproximadamente- se libera energía de forma muy rápida y violenta, que es lo que se conoce como«eyección de masa coronal», o CME por sus siglas en inglés. Esto hace que se lance el gas a su atmósfera y se libere luego en el espacio», explica Luis Ramón Bellot, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Si esta ráfaga está dirigida a la Tierra, entonces se trata de una tormenta geomagnética (la popular tormenta solar). En ese momento, pueden ocurrir dos cosas: que el campo magnético terrestre, el «salvavidas» natural del planeta contra la radiación solar, lo repela o que parte de las partículas que contiene este fenómeno penetren en la atmósfera de la Tierra a través de los polos, las zonas más sensibles del escudo terrestre.
«La Tierra está muy bien protegida, y este campo se deforma pero nunca se rompe. Si hay tormentas pequeñas, se forman las auroras boreales y australes. Si es un fenómeno más intenso, entonces se pueden dar fallos en las comunicaciones y la red eléctrica», expone Bellot, que además forma parte del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Este suceso provocó daños por primera vez en 1856 en Inglaterra. Richard Carrington, un astrónomo aficionado vio a través de su telescopio lo que él definió como «una inmensa bola de fuego que sobresalía del Sol». Consciente de su hallazgo, fue a avisar algún testigo que pudiese corroborar el hecho, pero cuando volvió, las enormes erupciones habían desaparecido.
Días más tarde, auroras boreales eran visibles desde ciudades como Roma, Madrid, La Habana o las islas Hawai, latitudes un tanto extrañas, ya que este tipo de fenómenos afectan a zonas cercanas a los polos. El incipiente sistema de telégrafo en Estados Unidos e Inglaterra se llevó la peor parte y sufrió cortes y cortocircuitos que colapsaron las comunicaciones de la época. Es la mayor tormenta geomagnética registrada de la historia.

Protocolo español

Otra de las consecuencias de las tormentas solares extremas es la generación de corrientes adicionales a las que viajan por conducciones metálicas con gran longitud, como el tendido eléctrico. Este es el caso ocurrido en Quebec (Canadá) en 1989, donde se quemaron centenares de generadores eléctricos y se fundieron las líneas de alta tensión, afectando a miles de personas que se quedaron sin luz durante un día.
«Las corrientes de este tipo tienen que ser enormes», apunta Bellot. También afecta a gasoductos y oleoductos, ya que, al ser de metal, oxida con gran rapidez las vías, con el consiguiente coste que supone para las empresas. «Por eso la industria está invirtiendo dinero en saber cuándo se darán este tipo de fenómenos y como combatirlos», agrega.

Consejos ante una llamarada solar

Algunos países como Alemania, Francia o Reino Unido, además del Gobierno estadounidense, están tomando cartas en el asunto. Incluso España se ha sumado a la prevención con una propuesta en el Congreso por parte del partido socialista para unificar los protocolos de seguridad europeos para «la prevención tecnológica derivada de fenómenos naturales», propuesta a raíz de la publicación por parte de Extremadura recomendando unas «buenas pautas preceptivas» para que los ciudadanos sepan qué hacer en caso de tormenta geomagnética severa.
En este escrito se dan detallados consejos como hacer acopio de alimentos para un mes por persona, cómo elaborar un plan familiar para saber dónde dirigirse en caso de que el hecho llegase a producirse –que además, recomiendan, debe «refrescarse» cada cierto tiempo y ampliar el botiquín usual con «abundantes gasas estériles y yodo para desinfección» o «banda adhesiva multiusos y puntos americanos o de aproximación», entre otros.
El escrito estaba basado en los consejos recogidos por el Observatorio de Clima Espacial, perteneciente a la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos y la Prevención Nuclear (AEPCCE), una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro. En el documento se detalla que hay un 5% de posibilidades de que un fenómeno de tales características pueda darse en los próximos meses, y que el 'Decálogo de buenas prácticas'puede aplicarse también a «otros escenarios», además de puntualizar que el fenómeno se da «en muy contadas ocasiones».
A la pregunta de si es posible que este fenómeno afecte de forma tan drástica a la vida humana, el científico del CSIC es rotundo: «Es posible, pero altamente improbable. Está muy bien que la gente sepa que están ahí y que pueden tener efectos sobre la sociedad, como la comunicación que depende de los satélites. Éstos sí que están expuestos en mayor medida que la Tierra, pero no tenemos que alarmarnos».
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¿Estamos preparados para una tormenta solar extrema?

Esta historia comienza en febrero de 2010, en las instalaciones de la dministración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) en Boulder, Colorado. En esa fecha, la NASA y la Comisión Europea llevaron a cabo un simulacro de tormenta solar extrema para averiguar hasta qué punto ambos continentes estaban (o no) preparados para resistir a este violento fenómeno meteorológico espacial.



 Los resultados fueron desesperanzadores. En efecto, se determinó que apenas cinco días después de detectarse la supuesta llamarada solar, extensas zonas de Europa y EE.UU. sufrirían, sin remedio, un «apagón tecnológico» casi completo. Lo cual, en palabras llanas, suponía el fallo generalizado de las redes de telecomunicaciones y de las centrales energéticas. Y, por consiguiente, del suministro eléctrico en hogares e industria, lo que llevaría a su vez al colapso de los transportes (terrestres, aéreos y marítimos), de las redes de abastecimiento de las grandes ciudades (alimentos, combustible, medicinas...), e incluso del suminstro de agua en las grandes zonas urbanas. Una situación, para colmo, que podría llegar a durar dos largos años. Pero lo peor de todo fue la constatación de que en ninguna de las dos orillas del Atlántico se habían destinado medios y recursos suficientes para hacer frente a este escenario potencialmente catastrófico. El resultado del simulacro fue la elaboración de una larga lista de recomendaciones a los gobiernos. Desde la creación de protocolos de desconexión rápida de centrales eléctricas y redes de telecomunicaciones (para apagarlas antes de que llegara la tormenta) a campañas informativas de carácter masivo para la población, enumerando toda una serie de «medidas domésticas de urgencia» que cada familia debería de poner en práctica en caso de producirse la tan temida tormenta solar.

 Hoy, dos años y medio después, un buen puñado de países han decidido tomar cartas en el asunto. Otros, sin embargo, como es el caso de España, que ni siquiera participó en el simulacro, han hecho oidos sordos y han aparcado el informe en el fondo de un cajón. Así, mientras que en EE.UU, Reino Unido, Portugal, Alemania, Holanda o Francia (por citar sólo algunos) se creaban comisiones parlamentarias de investigación y oficinas de atención al ciudadano especializadas, nuestro país decidió no hacer nada y mantenerse al margen de los esfuerzos internacionales. En enero de este mismo año, por ejemplo, Barak Obama elevaba a rango de «amenaza nacional» a las tormentas solares al incluirlas en su ya famosa Directiva Nacional 8, que enumera uno por uno los 23 principales riesgos (tanto naturales como humanos) que podrían llevar a estados Unidos a una situación de «catástrofe nacional». La decisión, por supuesto, no se improvisó de un día para otro, sino que fue consecuencia de un informe del Departamento de Seguridad Nacional, que evaluó con detalle y durante meses cada uno de los riesgos potenciales antes de incluirlos en la lista final. La administración norteamericana, además, ha creado todo un nuevo sistema de Protección Civil, especialmente preparado para hacer frente a cualquiera de las posibles amenazas. Incluyendo una tormenta solar de grandes proporciones. Otro ejemplo a destacar es el del Reino Unido.

Apenas unos meses después del simulacro de tormenta solar (en noviembre de 2011), la cuestión llegaba hasta el mismísimo Comité de Defensa del Parlamento, donde fue debatida tras haber sido estudiada de forma exhaustiva durante varios meses. Entre otras medidas, el Comité decidió informar a la población de los riesgos y de las medidas a adoptar en las casas, como preparar reservas de agua embotellada y comida no perecedera para un mes. También acordó poner a punto una flota de vehículos capaces de resistir a un pulso electromagnético para garantizar los servicios públicos esenciales cuando se produjera la crisis. Eyección de masa coronal del 7 de junio de 2011 Más recientemente, en marzo de este año, el gobierno británico actualizó su National Risk Register of Civil Emergencies para incluir expresamente "eventos de clima espacial" como las tormentas solares. Y lo que es más, cifraba las posibilidades de que se repita un «evento Carrington» (la mayor tormenta solar de la que tenemos noticia, sucedida en 1859) entre un 5% y un 50% para los próximos cinco años. Un riesgo realmente estremecedor, ya que cuando se produjo el evento Carrington las redes eléctricas estaban en su infancia y la sociedad no dependía aún por completo de la tecnología, los satélites y los ordenadores. En la actualidad, un fenómeno similar podría llevar a una catástrofe de enormes proporciones. Pocos días antes otra investigación, elaborada por Predictive Science, una prestigiosa institución que provee de varios servicios a la NASA y a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, estimaba en un 12% las posibilidades de que se produzca un evento solar del tipo Carrington en los próximos siete años. Sorprendentemente, y a pesar de la gravedad de los datos, España no se ha decidido aún a reaccionar. Y ello pese a las advertencias lanzadas desde la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos, que ha solicitado ya en varias ocasiones la creación de comisiones parlamentarias para evaluar los riesgos y preparar, en lo posible, a una población que no sabría cómo reaccionar si finalmente la gran tormenta llegara a producirse.

 La única excepción en nuestro país es la de Protección Civil de Extremadura, que en marzo publicó un «Decálogo de buenas prácticas. Tormenta solar severa: ¿Cómo prevenir?» en la que, basándose en las recomendaciones de los informes internacionales, explicaba a la población cómo debería comportarse si una fuerte tormenta solar llegara a afectar a las infraestructuras nacionales. Una simple gota de cordura en medio de una indiferencia (oficial) generalizada que podemos llegar a pagar muy cara. Qué hacer en caso de tormenta solar Existen dos categorías de actuaciones. Por un lado, los gobiernos deberán haber llevado a cabo campañas de información pública para que la población sepa cómo actuar. Y tendrán que tener preparados mapas de estimación de impacto y dispositivos de emergencia capaces de funcionar en un entorno en el que las comunicaciones están interrumpidas y el suministro energético se ha colapsado. Para ello, por ejemplo, será necesaria una flota de vehículos capaces de funcionar incluso durante un pulso electromagnético (EMP). Las plantas nucleares deberán contar con una reserva de combustible para por lo meos tres meses. Y, por supuesto, deberá existir un plan de emergencia para aplicar en el caso de una caída generalizada y por tiempo prolongado de los suministros de gas y electricidad. En cuanto a la población, se recomienda que antes de hacer nada estudie la situación en su casa y valore, por ejemplo, las posibilidades de que llegue o no ayuda del exterior, algo que depende de la situación geográfica. Todo hogar, además, debería de contar con algún método para potabilizar el agua, tener una cocinilla de gas (que no necesita electricidad) y contar con reservas de agua embotellada y alimentos no perecedeors suficientes para un mes. Lo mismo vale para las medicinas básicas. Se recomienda también disponer de algún tipo de identificación vidual y de una reserva de dinero en efectivo, ya que será imposible utilizar tarjetas u otros medios electrónicos de pago.
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Aparece una mancha solar 10 veces más grande que la Tierra



Enfrentada directamente a nuestro planeta, tiene energía suficiente para causar las llamaradas solares más potentes



La sonda Soho de la NASA ha captado un grupo de manchas solares, llamado AR 1618, que apenas era visible hace tan solo unos días sobre la superficie del Sol, pero que ahora ha adquirido un tamaño gigantesco diez veces superior al de la Tierra. La mancha ya ha soltado alguna llamarada de clase M, una explosión de energía de tamaño medio, pero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) ha advertido de la posibilidad de que este fenómeno produzca la energía suficiente para emitir fuertes llamaradas solares de clase X (las más potentes) en las próximas horas, según informa SpaceWeather. La posibilidad de que una de estas erupciones apunte directamente hacia la Tierra es altísima, ya que la mancha está enfrentada hacia nosotros.


El observatorio espacial STEREO de la NASA captó el martes do seyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) provocadas por la misma mancha AR 1618. La gigantesca nube ardiente de partículas y radiación que salió disparada desde la superficie del astro rey hacia el espacio podría alcanzarnos, según las previsiones de la NOAA, mañana viernes. Existe un 65% de posibilidades de que esta liberación de plasma solar provoque tormentas geomagnéticas, que se producen cuando las prtíoculas golpean el exterior del envoltorio magnético de la Tierra, la magnetosfera, durante un período prolongado de tiempo. Posiblemente se formen bellas auroras en altas latitudes.
Las eyecciones de masa coronal pueden afectar a los sistemas eléctricos y los satélites, de los que cada vez somos más dependientes.



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La tormenta solar de 1859 es considerada la tormenta solar más potente registrada en la historia.
En el año 1859 se produjo una gran eyección de masa coronal o fulguración solar.1 A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban al sur hasta el Caribe.2
El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Los primeros indicios de este incidente se detectaron a partir del 28 de agosto de 1859 cuando por toda Norte América se vieron auroras boreales.
Se vieron intensas cortinas de luz, desde Maine hasta Florida. Incluso en Cuba los capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de luces cobrizas cerca del cenit. En aquella época los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica. Se observaron auroras en zonas de baja latitud, como Roma, Madrid, La Habana y las islas Hawái, entre otras.

En las Islas Baleares encontramos una referencia en el Diario de Menorca.

Anteayer a hora avanzada de la noche vio una persona fidedigna dos auroras boreales, que si bien eran más diminutas que la que vimos años atrás no dejaron de causar un efecto maravilloso.—J. Hospitaler, 'Diario de Menorca' - Año 2 Número 237 (04/09/1859)3

Fue la interacción más violenta que nunca se ha registrado entre la actividad solar y la Tierra. La acción del viento solar sobre la Tierra el año 1859 fue, con diferencia, la más intensa de la que se tiene constancia. El día 28 de agosto aparecieron numerosas manchas solares, y entre los días 28 de agosto y 2 de septiembre se declararon numerosas áreas con fulguraciones. El 1 de septiembre el Sol emitió una inmensa llamarada, con un área de fulguración asociada que durante un minuto emitió el doble de energía de la que es habitual. Sólo diecisiete horas y cuarenta minutos después, la eyección llegó a la Tierra con partículas de carga magnética muy intensa. El campo magnético terrestre se deformó completamente y esto permitió la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera, dónde provocaron extensas auroras boreales e interrupciones en las redes de telégrafo, que entonces estaba todavía muy poco desarrollado.
Una tormenta solar de esta magnitud tendría graves consecuencias para la civilización actual. Los rayos cósmicos erosionan los paneles solares de los satélites artificiales y reducen su capacidad para generar electricidad. Muchos satélites de comunicaciones, por ejemplo la ANIK E1 y la E2 en 1994 y Telstar 401 de 1997 han resultado dañados por este motivo. Un caso un poco diferente se debe a la expansión de la atmósfera por los rayos X que produjo daños al Asko japonés el 14 de julio de 2000. Los satélites artificiales han sido diseñados específicamente para evitar las calamidades del clima espacial, pero las redes eléctricas son incluso más frágiles. Los grandes transformadores están conectados a tierra y, por tanto, pueden ser susceptibles de ser dañados por las corrientes continuas inducidas por las perturbaciones geomagnéticas y aunque los transformadores evitasen la destrucción de los núcleos magnéticos se podrían cargar durante la mitad del ciclo de corriente alterna, lo que distorsionaría la forma de las ondas de 50 o 60 Hertz. En el año 1859, el invento del telégrafo se había producido 15 años atrás y la infraestructura eléctrica estaba realmente en su infancia. La tormenta solar de 1994 causó errores en dos satélites de comunicaciones, afectando a los periódicos, las redes de televisión y el servicio de radio en Canadá. Otras tormentas han afectado sistemas desde servicios móviles y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de electricidad. En marzo de 1989, una tormenta solar mucho menos intensa que la perfecta tormenta espacial de 1859, provocó que la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá) se detuviera durante más de nueve horas; los daños y la pérdida de ingresos resultante se estiman en cientos de millones de dólares. Como señala una página web de la Universidad George Washington "la meteorología espacial, que es el resultado de los rayos X y de partículas de alta energía del Sol que interactúan de manera compleja con la Tierra, atmósfera y campo magnético, a menudo afectan a los modernos sistemas tecnológicos negativamente (por ejemplo, satélites, la red eléctrica, la radio), causando pérdidas económicas y sociales en las latitudes altas de la Tierra, como el norte de Estados Unidos, Canadá, Escandinavia y Rusia, que están en particular riesgo porque los campos magnéticos convergen en estas regiones "